Apuntes del natural en la muralla de Cáceres (15 – 21)

«…desde allí, en su amplitud, puede verse la ciudad…»

15. En busca del faro perdido

Se busca a sí misma, realizarse,

ser el centro, o el cetro, fundador

de toda experiencia, elevar la llama

de su calor a la función de guía

para ser vista de noche en lo alto

y de día continuar como estrella

sobre la tierra que ya no la encuentra.

16. Aparte de los peregrinos

Ni por la obra ni por la fe en algún tercero

hay redención. Buscar la salvación es perderse,

como pierde el mendigo su resto de razón.

No soy un médium, porque mis manos no se toman

a otras, ni las leo, ni hago revelaciones

a otros, sino que estas visiones, todas mías,

como piedras las cargo en los bolsillos, cosidos

con el mismo alfiler que mi pie a mi sombra amarra.

17. Inscripción invisible en la pared antigua

Aquí el nuevo Baudelaire. Un poeta

en el turbocapitalismo. Desde

la altura pasajera en la torre que resiste,

proyectando la visión heredada

sobre una ciudad ajena como cualquier otra,

creyéndose su propio Benjamín.

18. Despierto en la siesta

De la tierra, la sangre y las otras convenciones

que dicen que deciden carácter y destino,

nada conservo, no creo ni siento ni pienso

que se cumpla nada cierto en tal fatalidad

asistida por sus creyentes, almas sensibles

y pensadores, sino que sostengo, despierto,

contra la ceja el párpado y la mano operando.

En las alturas

19. El campo visto desde un jardín

Masas de piedra impuestas a la planicie impuesta

bajo el cielo impuesto en cuya cima el sol se impone.

La lengua declamativa y pesada, cruzada

de cintazos en la cara y el lomo de cuero.

Señorío cegado por el sol, aturdido

por el silencio, claramente petrificado.

El agua y la brisa corren buscando refugio

a la sombra de la iglesia, a su lado, no dentro.

20. Del casco histórico al hotel sin huella

Todas las ciudades de provincia que conozco

resuenan con los pasos que patean ahora

ésta que piso por primera vez, demorado

por un desvío que me devuelve al rastro seco

de los ecos en espiral y el reconocido

destino original con que tropiezo de nuevo.

Lunes de retirada

21. Junto a la ventanilla del bus de Cáceres a Badajoz

Entre el campo desesperante que pasa raso

por la ventana y las estridentes, implacables

voces de la radio, anuncien, tertulien o canten,

entre el entretenimiento y la naturaleza,

entre la comunicación y la indiferencia,

sufre tanto el oído como el ojo y con ellos

la médula que los une, como nunca cruzan

sus paralelas el llano y la onda sonora.

Cáceres, 8–9.10.2023

Barcelona, 19–23.10.2023