Tierras de acogida

Van rumbo a un sur

del que llega un rumor.

I CORO

¿Por qué caminar tanto si no vamos tan lejos?

Del oro que se queda detrás del horizonte,

no nos tocará más que la luz de estos reflejos

tardíos y livianos, aunque el viento remonte

y arrastre nuestros pasos en una de esas olas

suyas favorables, oportunas, ascendentes,

que rompen el tímpano a las pobres caracolas.

El río de la abundancia sólo admite afluentes

y el arroyo que seguimos se aparta y se seca.

¿A qué cielo conducir nuestro carro sin alas?

Nos creemos de paso, pero a falta de meta

nos vamos quedando en los rincones de estas salas

que estaban aquí cuando llegamos y ahora esperan

la próxima ola, con sus nuevos estancados

en la función de calentar el sitio que heredan.

Sin embargo, no todos los pasos están dados.

La lluvia resbala por las caras de las casas,

desdeñosas o indiferentes como porteras,

pero los pies que se hincan en calles y plazas 

conservan en cada planta sus huellas enteras.

1-15.11.2021

II SOLO

Me convertí en una ópera bufa

porque mi voz no halló abrigo en el coro.

Llegué al teatro colmado el aforo

y tuve que encender mi propia estufa.

La risa, contagiosa, me sostuvo,

pero si uno hace todos los papeles,

los quema y aunque mude varias pieles,

acaba desdentado. Si retuvo,

tal vez encuentre dónde hallar reposo,

pero ni ahí escapará del acoso.

15.11.2021

III IDILIO

Cazada, como una vela,

para que el viento la hinche,

se eleva por sobre el aire

desde que tiene raíces.

Aterriza y se despliega

sin derramarse, despierta

en la calma suspendida

sobre la piedra arrojada,

mientras despacio se acerca

la costa bajo la quilla.

Dar a luz, dar al olvido,

consentir en tener casa,

dejarse dorar al sol

que no salvará la tierra,

son maneras del aliento

cálido en busca de fuego.

Del mástil a las ramitas

hay la distancia completa

que lo que enciende reúne

con lo que lento se apaga.

15-16.11.2021

IV CONTEMPLACIONES

Yo creo que los ángeles no cantan,

sino que permanecen suspendidos

en el vibrar de esas alas que espantan.

Mientras vuelvan las aves a sus nidos,

habrá música en casa. Sobre el agua,

planean las voces de los caídos.

Comprender no es la función del agua,

que sin reflexión refleja lo dado,

sino regar y refrescar la fragua.

Las alas no son las plumas del pavo

real, que con su abanico se encanta,

pero su sombra no hace tejado.

16-17.11.2021

Apátrida

Locomotiva + Velocità (Roberto Baldessari, 1916)

I La patria portátil

Si la patria es la infancia, el extranjero

es el futuro y el destierro la madurez.

Poco mérito en estas deducciones,

implícitas en una frase ya muy citada.

Más bien es vergonzoso descubrirse

descubriendo algo tantas veces advertido.

Mejor tapar semejante experiencia

con la manta de los sueños que llegan al día

y dar al despertar la claridad 

del agua que convierte en salmón al desplazado,

impulsándolo sobre las caídas

que la gravedad impone al salto entre las tierras.

La corriente desborda los relojes

y elude los canales de riego proyectados,

pero el escarmentado sigue a flote,

con la infancia sobre la espalda o en el bolsillo.

Alrededor de cada huella propia

abandonada al anónimo suelo inmediato,

lo lejano y lo ajeno se confunden

en la misma y ubicua distancia omnipresente.

30–31.5.2022

Volo su paese (Massano Dottori, 1925)

II El sujeto humillado

Ahora siento la impotencia de las palabras,

el aliento del infierno quemando y comiendo.

La madera cruje en los estantes recargados,

que reducen a queja su discurso.

Este mundo sin resonancia, donde crecieron

los más jóvenes que yo, venido de una antigua

memoria perdida, con sus largas digresiones,

rehúye las altas invocaciones.

Cónsul de un país de lengua en desuso,

represento la retórica de un reino hundido.

A flote aún en el seco aire hablado,

mi tierra no tiene otro destino que ofrecerme.

31.5.2022

Virgilio Brocchi (Umberto Boccioni, 1907)

III La posada ambulante

En el tiempo, mar sin anclas

ni fronteras naturales,

dan refugio estas paradas

que no duran ni se posan

sobre las olas más rato

del que tardan en romperse.

Donde tantas anclas flotan

y las fronteras se corren,

aparecen estas islas

gobernadas por la fresca

mano que mueve las ramas

y a los pájaros sostiene.

1.6.2022

Bagnanti (Carlo Carrà)

IV El eco perdido

Ahora oigo el silencio del otro

donde antes escuchaba mi voz

y el pájaro que supe hacer cantar

vuela solo y no acompaña mis pasos.

El silencio reunido en asamblea,

por mis propias palabras convocado,

ha dispuesto en el ángulo preciso

la última piedra de su teatro.

En el nido resuena el aleteo

de las alas desplegadas arriba.

Los caminos que van de casa en casa

arrancan cada silla de raíz.

Antes un anillo enlazaba el vuelo

de la voz que nacía y el retorno

de la mía transformada al oído

con el ritmo del andar inconsciente.

Ahora el vacío que lo atraviesa

me deslumbra como un sol repentino,

pero los ojos, que aceptan la sombra,

no consiguen atenuar el ardor.

27–28.5.2022

Jeroglífico dinámico (Gino Severini, 1912)