Postales y sellos I

VUELTA

Septiembre. Cae la tarde

mientras queda suspendida

la mezcla de sudores y perfumes

en el aire que se apaga.

La piel guarda su tostado

bajo las luces tempranas, la estela

de los cuerpos que pasan se demora,

pero los pies ya cansados

por los zapatos perdidos

hasta ayer bajo la arena barrida

se apresuran rumbo a casa,

donde aún trabajo espera.

18.9.13

INVERSIÓN

Si negocia ella misma,

no negocia su cuerpo;

lo que atenta vigila

se puede enumerar:

preciso como sus dientes,

cada uno real,

el conjunto de piezas

por su mano es tasado.

30.9.13

ISLA

Después de atraer

tantos marinos

a sus peñascos,

acabó saltando al mar.

El vacío estaba

delante de sus ojos.

12.5.2014

PARADA

La novedad permanente hace

de todo el mundo un extranjero.

Cortado. Lágrima doble. Nubecilla

de té. Fugaz comentario

entre una puerta que se abre

por el viento y otra que de un portazo

borra la silueta apenas entrevista

del conocido negado. Ella vuelve

siempre a ponerme delante,

con manos florecientes,

lo que yo dejaría atrás. Porque no hay

más allá para los pasos que en la sombra

encuentran su camino y no se pierden

nunca si borran, mientras parece

que vagan, a medida que avanzan,

las señales y los guiños del vigía.

En un lugar de paso estoy sentado,

mientras espero la vuelta de esa hora

circular a mi horizonte.

San Isidro, 10.3.2016

AMULETO

Esta flor sólo crece en los baldíos

y nadie nunca ha sabido sembrarla.

Su estación son estos días vacíos

y ha llegado la hora de cortarla.

16.2.2019

PAISAJE

Este aire humilde,

surcado de imprecisas voces bajas,

es el que queda para respirar

ahora que el cielo se ha desvanecido.

Ruinas irreconocibles

bajo las patas quebradizas de los pájaros

y el murmullo de un río seco

que corre aún de una sien a otra.

1.6.2020

IMAGEN

Tiempo y luz concentrados

en la roja aparición,

relámpago verdeamarillo,

del papagayo en la mente

detrás de los ojos que contemplan

la extensión de las hojas otoñales

virando del verde al rojo,

del rojo al amarillo,

en el lapso imaginario

condensado en súbitas plumas

al ver desplegadas, pendientes,

las alas del año en descenso.

Park Güell, 11.10.2020

PIEDRA

Querría ser el autor

del monolito de 2001,

magnético y hermético,

de nombre indescifrable.

1.1.2021

ALTO

Siempre un pájaro corona

la cresta del homenaje

al coloso cuyo traje

de piedra lo ata al suelo.

La canción que nadie entona,

suspendida igual que el vuelo,

por la bóveda radiante

y exterior, donde se extiende,

concentrada en el instante,

del hablar se desentiende.

Parc de la Ciutadella, 18.1.2021

AGUDEZA

Sutil es la aguja que entra a la piedra

y no la burbuja que un soplo quiebra.

24.5.2021

El museo animado I

Presagio

El perfil sigue nítido en la piedra

y el aire eleva la expresión grabada,

pero siento del pedestal el peso

arrastrando la forma, como hiedra

que sumerge su muro en una nada,

hacia el magma, como se funde el yeso,

de la materia sin significado,

que aun después de haber sido tomada

persiste, cualquiera sea, obstinada,

en el rechazo del que le fue dado.

La intención todavía se ve enfática,

y enérgico el ademán sostenido,

pero va resbalando la razón

en que se apoya la mano fanática

con su verdad, su parlamento erguido

y el arma a punto de dar su lección.

Aunque alce la voz, esa palabra

que el aire en torno hubo poseído

ya no se ve y lo que en él fue leído

ni se entiende ni la conciencia labra.

Sólo queda del poder la violencia

expresa en cada músculo tallado,

sin que el orden pretendido la libre,

ni en lo admirado, de la indiferencia

o ya del rechazo hacia su forzado

propósito o sentido, ni equilibre

la crueldad de su dominio callado.

Confuso es lo que entonces oponía

el mito a la voluntad que oprimía,

pero hoy es evidente lo ocultado.

¿Y es ésta la piedad en la tragedia?

Como cae el sentido en el olvido

y el ídolo deviene una reliquia,

cuando la forma vuelve a ser materia,

el héroe vuelve a ser un hombre herido

y se salva la muralla que sitia.

Florencia, 23.8.2023

Barcelona, 1–3.12.2023

Estatuas ecuestres IV

Sólo el músculo perfecto.

O la mirada insinuada

en los ojos del capitán.

O el vigor del torso equino.

O el pliegue de la chaqueta

sobre el rígido uniforme.

O el retórico ademán

del brazo tendido al sol.

La actitud de la cabeza

por encima del bicornio.

La torsión del cuello guiado

más que el cuero de la rienda.

La firmeza de los hombros,

mayor que la de la piedra.

El ángulo de la rótula

sobre la copia del hueso.

Evocación y presencia.

Del fondo de los corrales,

a través del terciopelo

de reservadas butacas,

del aire desempolvado

para uso de los salones,

del eco de los discursos

galopantes, algo llega.

Posado sobre los pómulos,

el puente de la nariz,

las ancas encabritadas,

el pecho condecorado,

como la tierra del poncho,

la grasa de la montura,

bajo la piel de la piedra,

del cuero sucio, algo queda.

Filtrado en los recovecos

de la masa trabajada.

Dentro del pliegue o la curva

hendidos en la dureza.

Como un hálito posado

sobre el obtuso aire grave.

Con la pronta ligereza

de las ruinas despejadas.

Caricaturas y ejemplos

confundidos en la gesta

de martillos y cinceles,

modelados y vaciados.

Algunos, fuera de filas,

algunas partes de algunos,

algunas, inesperadas,

algunas piezas se salvan.

Como restos del Titanic,

emergen del tiempo hundido

al espacio oxigenado:

ancas brillando en la lluvia,

un sable cortando el sol,

la mano firme en la rienda,

el mentón que no vacila

o el pecho a modo de escudo.

¿Fueron así alguna vez?

Así los imaginaron,

creídos, los ideales

de su historia desmentida.

Si algo llega, si algo queda,

no viene de lo ordenado

cumplido, sino del roce

casual del viento y la manga.

De ese delirio sinfónico

de oradores con espuelas,

en el eco polvoriento

de sus frases esculpidas,

alguna nota precisa,

discordante, sobrevive.

Fotograma lapidario

entre restos desteñidos.

Napoleón a caballo

era la huella del día.

Su sombra rasga el ocaso

y tizna a sus seguidores.

Detrás de todos sus triunfos,

posan rígidos, de guardia.

Si alguna medalla brilla,

es una crin que flamea.

19–23.3.2022