Poemas del miedo I

Pasadizos de Alberto Breccia

1

El razonable temor de un conductor nocturno

permanece con él cuando desmonta.

No llega todavía. Da unos pasos, remonta

la corriente contraria, pierde un turno

y para siempre rezagado avanza,

lejano de la luz que lo rehúye y alcanza.

Da un paso más, pero aún no hace pie

ni consigue ver mejor la cara de la sombra

que esconde su puñal. Si no la nombra,

tal vez pueda mañana argumentar que se fue.

15.5.2021

2

Voló su voz en el aeropuerto

y el vacío, en abruptas escalas descendentes,

dio pista a tal coro de enterrados renacientes

que revive lo muchos años muerto.

No duerme, embriagado por el eco interminable

que tendrá que escuchar mientras no hable,

pero tampoco despierta: busca todavía

lo que los otros tienen y él perdió

en ese mar que lo aturde. No

se atreve aún a decir lo que oía.

27.5.2021

3

Se ve asomándose por detrás del que presenta

y retrocede, pero no hay adónde

y lo advierte; al descubrir al que esconde,

tampoco reconoce lo que éste representa,

pero sabe que el suelo que le falta

es aquel del que el acróbata anunciado salta

y al que no debe caerse. No hay dos

sin tres, evidentemente ahora. Que no dure

la aparición que confirma el refrán, que se apure

a cerrarse este espejo tan veloz.

27.5.2021

El pánico según Breccia

4

Del contacto, pasar al retroceso.

Volver a la tarima y sentir bajo los pies

el espacio que enmascara y vuelve del revés

lo que dicho de frente fue un exceso.

La insostenible mirada que espera

reconvierte en miseria la abundancia que diera

la impresión de creer, pero tampoco soporta

que una luz la interrogue. La silueta

que tiembla despojada de su meta

contra un fondo de tanto relieve se recorta.

27.5.2021

5

Perderse en el bosque de los ásperos mortales,

con sus hojas impresas en el aire

y sus cantos expuestos al desaire

de los dioses más suaves, andar entre cristales

que deforman y enredarse en sus muertas raíces,

todo eso que deja cicatrices

también pierde su filo, pero advierte,

antes de dejarse convertir en experiencia,

del mañana al acecho la constante presencia

y del suelo gentil el lado inerte.

28.5.2021

6

Como un árbol, peor, como una hoja,

tiembla mientras duerme en el aire que lo sostiene

y teme la tierra, de la que cree que viene,

al caer, el dolor. La rama arroja

su carga justificada a la rueda creciente,

pero él desconfía y se arrepiente

cada vez que lanza, por encima de su sueño,

a las vueltas mortales de la suerte,

la moneda que le quema y convierte   

la ruina de su ambición en riqueza sin dueño.

28.5.2021

Publicado por

Avatar de Desconocido

Ricardo Baduell

Desde hace veinte años me dedico a ayudar a escritores y personas que quieren escribir a concretar sus proyectos. He colaborado con reconocidos autores latinoamericanos y españoles en diversas obras publicadas, así como con muchos escritores noveles de ambos lados del Atlántico. Trabajo además con editoriales y agencias literarias, analizando y seleccionando manuscritos. ¿Escribes? Escríbeme (ricardobaduell@yahoo.com). O llámame (+34 667 912 702). O visita mi nuevo sitio Ricardo Baduell Book Doctor (baduellbookdoctor.com).

Deja un comentario