
¿Por qué los santos escriben tan bien? ¿Es únicamente porque están inspirados? Lo cierto es que poseen un estilo particular cada vez que describen a Dios. Les resulta fácil escribir estando como están a la escucha de los susurros divinos. Sus obras poseen una sencillez sobrehumana, pero como en ellas no tratan del mundo, no pueden considerarse escritores. No les reconocemos como tales pues no nos hallamos en ellos.
Quien no ha frecuentado nunca a los poetas ignora lo que es la irresponsabilidad y el desorden del espíritu. Cuando se les trata, se experimenta el sentimiento de que todo está permitido. No teniendo que dar cuenta de nada a nadie (salvo a sí mismos), no van –ni desean ir- a ninguna parte. Comprenderlos es una gran maldición, pues nos enseñan a no tener ya nada que perder.
Emil Cioran, De lágrimas y de santos
Curiosa reflexión, da para mucho.